En Colombia hay lugar muy pequeñito llamado Puerto Salgar y dentro de ese lugar existe una base militar donde yo, Alejandra Ramírez nací, poco a poco crecí corriendo por el río Magdalena y aprendiendo las tablas de multiplicar en el único colegio que hay allí, algunas veces de tanto correr y saltar, me caía y ahí era donde me llevaban a la única sanidad (una sanidad para los que no saben, es un hospital, pero la palabra hospital le queda grande, entonces es como una enfermería) sí, de donde vengo es un pueblo pequeño en donde solo hay 1 iglesia, 1 colegio, 1 teatro,  por lo tanto 0 Transmilenios, así que punto positivo para Puerto Salgar.

Bogotá 0 – Puerto Salgar 1.

Los planes que tenía mi destino para mí eran muy diferentes, venía de una familia en donde hasta el momento ninguna mujer había terminado una carrera profesional y así fue como me vine a una ciudad mil veces más grande que mi pueblito, para estudiar Publicidad y me convertí en la primera mujer en terminar una carrera profesional de la familia Ramírez, punto para Bogotá.

Bogota 1 – Puerto Salgar 1

Después hice mis prácticas, en la que se convertiría en mi primera agencia de publicidad: Geometry, que me enseñó básicamente todo lo que sé de esta carrera y ahí empecé a soñar con ganar alguna competencia, así que participe por primera vez en Young Lions y siendo novata en esto logré quedarme con un shortlist, sin entender muy bien que era un shortlist, sabía que era algo muuuuy bueno porque me enviaron una tabla de quesos y un vino a la casa. Luego trabajé en MullenLowe SSP3 producto de ese shortlist y ahí fue que envié mi primera idea a Cannes Lions, de Real Soaps, para Dove. Que fue como un sueño y una maldición. Sueño por enviar primera vez un trabajo a Cannes (oh la la) y por trabajar una idea para mujeres hecha con mujeres que practicamente se convirtieron en tu familia.  Y maldición, porque otra vez shortlist, ahora ya sabiendo claramente que era esto.

Pero ¿Qué creen? La maldición ya se rompió, acá en David, en donde soy directora de arte y por fin puedo ver como algunos metales empezaron a brillar en mis manos: un bronce en Young lions y un Plata en Cannes Lions.

Esta historia paradójicamente empieza y termina en dos lugares muy alejados, Puerto Salgar y Cannes, y tiene todo el sentido, porque me hace recordar lo lejos que estaba, me hace valorar todo lo que he hecho para estar donde estoy ahora y claro, me hace seguir soñando con escribir una historia totalmente diferente a lo que todos esperaban de mi.